Es la manera en que un solo servidor físico puede dividir sus recursos para actuar como 2 o más servidores independientes. A estos servidores “ficticios” se les llama Máquinas Virtuales.

Así, un servidor con 16 núcleos, 32 GB de RAM y 2 TB de almacenamiento (con capacidad de 201 a 500 medidores) puede dividirse en dos máquinas virtuales con 8 núcleos, 16 GB de RAM y 1 TB de almacenamiento, para atender de 1 a 200 cargas cada uno.

La virtualización debe llevarse a cabo por técnicos especializados a fin de no alterar el funcionamiento de las demás virtualizaciones existentes, lo cual podría llevar a problemas con otros softwares u otras Divisiones.